10/5/11

Entre tus piernas



Aquel ser humano despertó. La oscuridad cegó sus delicados ojos vírgenes. Extendió sus extremidades mientras un punzante calambre recorrió su cuerpo. Quiso soslayar el dolor. Palpó un apático frío. Se sintió débil. Deseoso de gritar, se llenó de ira. Prefirió callar. Sabía que nadie oiría. Percibía la soledad que completaba su destino. Rendido, volvió a conciliar el sueño.



Y un día, ése ser humano despertó al lado tuyo...sólo que esta vez, sus ojos ya no eran inmaculados. Su cuerpo ya no se entumecía. Su piel ya no experimentaba frigidez alguna. Se sintió enérgico. Deseoso de evitar el enmudecimiento, gritó. Prefirió sobrestimar al destino. Complacido, volvió a conciliar el sueño...

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